1/4/09



Hoy en la noche cuando Jesús llegó a casa y se sentó a ver televisión, lo primero que hizo fue fijarse que la pantalla tenía un rayón con un crayón de cera y enseguida fue a reclamarme.
Y es que los hombres no entienden de estos asuntos de “locos bajitos” como los llama Serrat en una de sus canciones, ellos a veces solo ven a unos seres pequeñitos que llegaron a invadir su cama, a ensuciar de mermelada su control del televisor y llenaron de fotos sus archivos del computador...
Son pocas las personas privilegiadas de estar con esos pequeños duendes que habitan nuestra casa, esos que manchan las paredes, los que hablan con amigos imaginarios, a los que les gusta escuchar cuentos, los que comen galletas en la cama mientras ven la televisión, hablan de sus amigos o lo que hicieron en la escuela y se duermen en tu regazo después de un largo día…esos extraños seres que con los ojitos abiertos de par en par hacen que tu corazón se descongele del mas frío invierno de soledades..
Yo tengo una loca bajita que me habla con su vocecita dulce y me dice “ eres mi amija” cuando quiere decirme amiga y evitar asi un regaño por algo que sabe hizo mal.. que danza como si fuera una monita cuando quiere que ría si me ve triste y se acuesta a mi lado por las tardes hasta que se queda dormida (muchas veces caemos las dos...muchas!!)
Ella llegó un día, se instaló y me hizo ver el mundo diferente…no pidió venir pero se encuentra aquí y con solo ver su ternura me hace reflexionar, sentir, amar…ella controla las discusiones en la casa y las termina con un simple “ya..”…Ella con su pequeña sonrisa ocupa toda la casa, dice todo lo que siente cuando le provoca sin prejuicios, ella dice que me quiere y a mi el mundo me queda chiquito… para ella llenar de alegría esta casa es igual que llenar de huellas las paredes y es que ella pinta con sus colores mucho mas que las puertas o mis papeles...
Con ella aprendo lecciones a través de sus frases sencillas, aprendo a divertirme con solo escuchar su risa ronca y estrepitosa olvidándome asi de las preocupaciones...tenerla a mi cuidado no es un trabajo, es mi bendición, porque ella me devolvió ese mundo de princesas y duendes que ve a su alrededor..donde los sueños aún existen y en donde deseo que pueda ser de grande lo que ella quiera pero que sea siempre la mejor..
Ella no deja nada en su lugar, pero es que al verla andar por ahí, corriendo y jugando me produce alegría y satisfacción...y cuando Jesús vuelva a decirme que conmigo hace lo que quiere le diré que no me importa…para eso soy de goma y conmigo puede jugar a la pelota porque me llena el corazón cuando abre su boca y me dice…”abuela, yo te quiero”
Dice Joan Manuel Serrat: A menudo los hijos se nos parecen, y así nos dan la primera satisfacción...en este caso es doble por ser hija de mi hija..

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Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...